
En esta época del año con el cambio de estación hay personas que se notan más cansados, duermen mal por las noches y sienten una sensación de debilidad generalizada. Esto puede deberse a un trastornos en las hormonas que regulan el funcionamiento de nuestros cuerpos, debido a una mala adaptación a las nuevas temperaturas, horarios y ajuste de la luz solar. A esto se le conoce como fatiga o astenia otoñal.
Para evitar en la medida de lo posible esta perdida de vitalidad os damos una serie de recomendaciones:
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Seguir una dieta equilibrada, rica en vitaminas, proteínas y fibra, donde abunden las fruta y la verdura, a poder ser de temporada.
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Aprovechar, si es posible, las horas de sol para salir a la calle, ayudando con ello a la segregación de serotonina.
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Realizar comidas ligeras y mantener el cuerpo bien hidratado.
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Hacer ejercicio físico moderado.
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Procurar dormir al menos 8 horas diarias.