
El sedentarismo es una gran rémora para la salud, ya que aumenta las posibilidades de desarrollar numerosas enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, problemas musculares, envejecimiento celular e incluso cáncer.
Y es que permanecer muchas horas sentados y mantener una baja actividad física puede afectarnos de muchas maneras:
- Obesidad y sobrepeso: el sedentarismo provoca que no se quemen las grasas y calorías que el cuerpo no necesita, con el consecuente aumento de peso.
- Enfermedades cardiovasculares: el sobrepeso que conlleva el sedentarismo provoca a su vez el aumento de riesgo de padecer varias enfermedades coronarias y cardiovasculares. De entre todas estas dolencias son significativos los casos de diabetes e hipertensión arterial asociadas al sedentarismo, que muchas veces acaba en ataques al corazón.
- Dolores articulares y musculares: otra de las consecuencias de una vida sedentaria es la perdida de masa muscular, que en muchas ocasiones deriva en problemas de tipo articular y problemas de espalda.
Por todo ello recomendamos la realización de ejercicio y actividad física para mantener el peso, así como el control de las cifras de colesterol y tensión arterial.